lunes, 26 de noviembre de 2012

Dos

Dos son los meses ya que Padua y yo llevamos juntas (sí, lo nuestro se está convirtiendo en algo serio) y, en este último mes, Padua me ha dado mis primeras veces de sentirme como en casa, frío en la punta de los dedos y en la nariz, que se me empañen las lentillas y que el aliento se me condense en los labios. Me ha dado mi primer cine en italiano, la niebla y la horrible sensación de no sentir las manos; y las hojas amarillas de los árboles sobre el suelo y en la cesta de mi bici, y recibir mi primera carta desde España, y unas decenas de palabra en albanés. Este mes ha sido muchas comidas hasta reventar, y un japonés y un Welcome back y aprender a llevar la bici con una mano. Ha sido empezar y terminar con el se tu vuoi, el Pulcino Pio y descubrir que el cuerpo del erasmus no está diseñado para hacer ejercicio. Este mes ha sido alcohol y promesas rotas de no volver a beber jamás y descubrir las galletas más ricas del mundo. Y que Amazon me mande la funda del Kindle... pero sin el Kindle. Deberes de italiano, T.P., comer sola pero no, desvivirse por encontrar unos auriculares... Spritz, castañas y tiramisú. Este mes incluso ha sido un poco de algunos días de mal humor y unos muchos tantos de tontería... 

...¡ah! y un TVTB y un montón de corazones de papel.

Otro pedazo de Padua: mi primer otoño.

1 comentario:

  1. ¡Animo con ese frio italiano! Por lo demas, pintan muy bien esos dos primeros meses tuyos. :-)
    Saludos amichi!

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