viernes, 28 de diciembre de 2012

Tres: Padua sin Padua

Mi tercer mes del Erasmus se cumple lejos de Italia. En mi tercer mesaversario veo el mar desde la ventana y como chocolatinas Tirma en manga corta. Estoy en casa desde hace una semana y no veo la hora de volver ya a Padua y a todas las cosas que este último mes larguísimo me ha traído: mi primera nevada, con su guerra de nieve y su muñequito; Trento y su sensación de perder los dedos de los pies; mi primer examen y aprobado del erasmus...  Y una fiesta de Fin de Año cuando no era Fin de Año, y un montón de niebla, y comprar regalos para volver a casa, y un poco más de papeleo (porque nunca es suficiente), y una fiesta de Navidad con muchos panetones y pandoros, y caerme con la bici, y comer comida típica de Puglia, y más llamadas en chino a las seis de la mañana, y tomarme mi primer "café", y que la báscula me diga que mi Erasmus me ha regalado cuatro kilos de más, y empezar a estudiar para los exámenes de Febrero... 

Este último mes ha sido increíble sobre todo por Venecia y por volver a casa y por un millón de otras cosas que mejor dejaremos a la imaginación.

Padua y su niebla. Nostalgia.

2 comentarios:

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