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Piazza della Repubblica |
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Interior de la Iglesia de Santa María de los Ángeles |
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Santa María la Mayor |
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Interior de Santa María la Mayor |
Esa misma tarde cogí el tren a Padua con un ejemplar de
el Principito bajo el brazo. El libro lo encontré por casualidad en el supermercado (básicamente me choqué con él) y decidí comprarlo en un impulso por una costumbrilla que he cogido con el tiempo de leer esta historia que tanto me encanta, tierna y cargada de verdades como puños a cada frase, en cada lengua que aprendo (o pretendo aprender)... ¡y con ésta ya van cuatro las lenguas y seis las veces que me lo he leído! ¡Y yo aún sin sabérmelo de memoria!
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