domingo, 10 de marzo de 2013

Morir en el retrete

Es muy triste pensar que vas a morir cuando estás en el baño. Pero triste, triste de narices. Porque claro, tú estás ahí sentada, con los pantalones de los tobillos, ves pasar toda tu vida por delante y luego piensas: "joder qué mierda si me encuentran muerta con estas pintas".

Ésos fueron más o menos los pensamientos que se pasaron por mi cabeza muy, muy, rápido cuando a mi llegada de Roma fui al baño y me encontré con un pedazo de escorpión a un metro de mí. Bueno, en realidad no llevaba las gafas puestas así que lo primero que pensé fue "anda, un matojo de pelos, ¿me estaré quedando calva?". Pero claro, a los cegatos se nos agudizan el resto de los sentidos, el sentido de la supervivencia entre ellos, y me puse las gafas antes de alargar la mano hacia esa "cosa" que de repente se movía y tenía cola y me dio por pensar que me iba a morir.

Luego me acordé de que llevaba unas botas tan gruesas como para saltar sobre clavos sin hacerme daño y me importó un pepino la posibilidad de que tal vez, quizás, el bicho ese, que era raro de narices, estuviera en peligro de extinción. Ni siquiera lo pensé. Salté. Un par de veces. Muchas veces en realidad. Culpa suya que se resistió.

Después ya sí, cuando me estaba deshaciendo del cuerpo del delito, me dio por preguntarme qué narices hacía un escorpión al norte de Italia. ¿¿Pero no se supone que son bichos de climas cálidos?? ¿¿Y cómo narices ha llegado a mi habitación en la cuarta planta?? Después Google y la lógica  me dijeron que probablemente me habría cargado a la fea mascota de picadura no mortal de alguien (y prefiero pensarlo así), pero mira ni aún con ésas me dio pena el animalito. ¡Con lo mal que dormí yo esa noche pensando que a lo mejor había más de ésos o que el maldito habría puesto huevos o algo (no soy una entomóloga muy buena así que no me conozco el ciclo vital del escorpión y no sé si pone huevos, larvas o llama a cigüeñas a domicilio, pero eso, que lo pasé muy mal). Y que no pegué ojo.

El bicho se parecía a esto. Si es peor de lo que yo creo que nadie me lo diga o me iré a vivir al cuarto de las fregonas.

6 comentarios:

  1. Que mal por el amor de Zeus... no se de escorpiones pero creo que es lo mejor que hiciste: pisotearla, por que al fin y al cabo sobreviven los más fuertes. En fin, no se yo si en el cuarto de las fregonas estarás más a salvo pues creo que allí van de turismo las cucarachas xDDD

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    1. ¡Exacto! ¡Es la ley de la selva! Era él o yo. Y yo como que prefería que fuera él jaja.

      De momento no me he mudado al cuarto de las fregonas, porque no tiene calefacción y hace fresquito pero, como vuelva a aparecer un bicho de esos por mi habitación, no lo descarto

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  2. Hubieras tenido una muerte muy exótica y misteriosa

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    1. Yo casi que de momento prefiero no morirme de ninguna forma jaja. Además, de erasmus hay otras maneras de palmarla casi más agradables que en baño con un bicho feo de narices xD

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  3. La próxima vez busca un bicho guapetón y todo ok

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  4. JAjaja, vaya susto! Pero muy bien hecho, el instinto de supervivencia ante todo (y unas buenas botas asesinas). :-)

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