viernes, 29 de marzo de 2013

¿Por qué pone Verona en ese cartel de la estación de Verona?

“¿Por qué pone Verona en ese cartel en la estación de Verona?”. Con esta pregunta del genio de mi hermano cuya razón aún no logro discernir, terminamos un día en Verona que había empezado esa mañana con el tren de las ocho y media. En Verona había niebla y lluvia (aunque bastante menos que el día anterior en Milán) y contábamos con la ventaja de que en esta ciudad sí que había estado. Vale, sólo una vez y además seis meses atrás, pero mis dañadas neuronas de Erasmus aún recordaban los caminos (casi todos, al principio estaba un poco desorientada) y las historias y anécdotas de cada uno de los rincones que visitamos: L’Arena, la Casa de Julieta (donde todos nosotros le metimos mano a la chavala), la Piazza delle Erbe y la dei Signori con su monumento a Dante, el Palazzo della Ragione, la Iglesia de Santa Anastasia, il Duomo (cerca del cual nos tomamos un chocolate caliente que supo a gloria, teniendo en cuenta que el frío se nos había metido ya muy dentro bajo la piel) y continuamos por el Ponte Pietra hasta Castel S. Pietro, donde pudimos ver una vista impresionante de la ciudad cubierta por la niebla, antes de ir hacia Castelvecchio y regresar a Padua. 

Como tampoco es que haga falta mucho tiempo para ver Verona, aprovechamos la tarde-noche en Padua para ver la ciudad de noche y para que mi hermano y mi madre se estrenaran con el Spritz. Como era de esperar, el sabor amargo de la bebida no les entusiasmó. A mí tampoco me hizo tirar cohetes el primero que tomé en su día, pero mira, casi mejor para mí, que me acabé bebiendo el de mi hermano ejejejejejejeje.

Verona desde Castel S. Pietro

Subiendo a Castel S. Pietro

Duomo di Verona

Piazza delle Erbe

Julieta y yo tuvimos una segunda cita =)


PS: me acabo de dar cuenta de que saco unas fotos súper molonas. 


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