Pues sí queridos míos, después de que me pospusieran el examen de Oncología-Hematología dos semanas, lo suspendí. A mí me gusta más decir que más bien me suspendieron (ya que tras aprobar la parte de hemato y responder a dos preguntas de onco, lo que me fastidió fue una pregunta DE OTRA ASIGNATURA) pero bueno, el resultado al final es el mismo: diez días más tarde me presenté al segundo apello, tras haberme pasado catorce horas al día estudiando y después de leerme unas cuantas veces un par de secciones del Harrison, en italiano (libro que, por cierto, busqué en la mitad de las bibliotecas de Padua y saqué previo pago de una fianza simpática)... y eso, que saqué un 25. También fue el primer examen que hice sin ponerme nerviosa. Probablemente porque había quemado los nervios en la convocatoria anterior o porque me caía de sueño, quién sabe.
Las preguntas que me hicieron en el examen:
- Hematología:
- Anemia ferropénica.
- Estados protrombóticos adquiridos y hereditarios. Factor V de Leiden (también me preguntaron DÓNDE estaba Leiden y por la cara de indignación de la profesora pensé que me iba a suspender por ser una negada en Geografía. Por cierto, está en Holanda).
- Oncología:
- Cisplatino.
- Tratamiento del dolor en el paciente oncológico.
- Glucocorticoides.
- Neutropenia en oncología.
PS: ahora que lo pienso, mi manera de asumir los suspensos no es como muy sana, ¿no? Bah.
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